La designación de magistrados a la Corte de Constitucionalidad despierta el interés en varios sectores.

La convocatoria para postulación para magistrados a la Corte de Constitucionalidad (CC) hizo que varios grupos de abogados se pronuncien para elegir a las personas más adecuadas para el cargo que desempañarán por cinco años.

 

La Asociación Guatemalteca de Jueces por la Integridad le recordó a los magistrados de la Corte Suprema de Justicia en que el proceso de selección sea transparente y legal.

Además, de que se busque fortalecer la independencia judicial y la correcta administración de la justicia para promover confianza en la población y garantizar el bien común.

“Se nombren a magistrados más idóneos, honorables, íntegros, honestos, provenientes de la carrera judicial.  Para cumplir con el espíritu de la integración que dispone la Constitución para tan importante función en el sistema de justicia. Consolidándose el sistema republicano, democrático y constitucional de Derecho”, resaltaron los integrantes de la asociación.

https://www.publinews.gt/gt/noticias/2021/01/21/gremio-de-abogados-agiliza-cabildeos-para-elegir-a-magistrados-a-la-cc.html

¿Quiénes designan magistrados?

Las cinco instituciones que nombran a magistrados al máximo tribunal son los organismo Ejecutivo, Legislativo y Judicial. También el Consejo Superior Universitario de la Universidad de San Carlos de Guatemala y el Colegio de Abogados y Notarios de Guatemala.

Cada institución designa a un magistrado titular y un suplente. El pleno de la CC para la discusión de temas ordinarios se integra con cinco magistrados. Mientras que en casos de rango constitucional debe integrarse con siete.

Los actuales magistrados de la CC deberán de dejar el cargo el 13 de abril y los sucesores tomarán posesión el 14 de ese mismo mes.

La nueva elección de magistrados activó la alerta de organizaciones civiles. Y de gobiernos de países cooperantes para que se elijan a las personas más preparadas para el cargo.

Por Dra. María Eugenia Morales Aceña

 

El tema, no ha sido elegido al azar, sino que es producto del diagnóstico de prioridades que han de ser abordadas para fortalecer al Organismo Judicial en el país. Al empezar a reflexionar sobre el mismo, de inmediato me hizo rememorar  el juramento hecho al asumir el cargo, puesto que claramente condiciona a tener la capacidad de proceder sin injerencia alguna que limite la toma de decisiones basadas en sus .propios conceptos sobre las pruebas del derecho y de la justicia; lo cual resulta acorde al principio general de independencia que, según el Estatuto del Juez Iberoamericano, regula «… los jueces son independientes en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales y se encuentran tan sólo sometidos a la Constitución y a la ley, con estricto respeto al principio de jerarquía normativa» .

 

En el ámbito judicial, como en todos los organismos de Estado, esta libertad debe ser irrestrictamente reconocida, impulsada, respetada, ejercida, aplicada y defendida, de tal manera que cada actuación sea completamente ajena a influencias o intervenciones que provengan de otros poderes políticos, y no políticos; tal es el caso de intereses privados, partidistas, de cualquier otro grupo social, organización o persona poderosa.   Estas influencias  pueden  ser  ejercidas externa e internamente.

 

La importancia de la independencia es tal, que la legitimidad de la justicia gira en torno a ella, pues la paz proviene precisamente de desarticular los conflictos sometidos a su conocimiento, y ser impartida por profesionales honestos, capaces, de reconocida trayectoria, electos por un equipo igualmente intachable, bajo principios de igualdad, mérito, capacidad a través de mecanismos incluyentes, públicos, transparentes, respetando normas y procedimientos legales.  Resulta tan oportuno que nuevamente  la Asociación de Jueces por la Integridad, impulse la reflexión acerca del tema, en un momento coyunturalmente decisivo para Guatemala,  propicio para recapacitar, dada la cooptación del sistema, la degradación política y moral,  y la  gran cantidad de procesos de elección que se están dando,  los cuales tienen  una interconexión directa con  las debilidades que enfrentamos por los ineficaces métodos de formación en valores, vinculados a las universidades, y unidades institucionales responsables de capacitación, especialización, evaluación, selección, y promoción de personal administrativo y jurisdiccional; evaluación del comportamiento,  y desempeño,  así  como las sanciones, y su debido registro.

 

Es por ello que, a pesar de tener más de veinte años de estarse impulsando una verdadera carrera judicial, con algunos logros, estos se minimizan, ante la realidad de la corrupción y el crimen organizado.   

 

No pretendo ser exhaustiva, pero sí considero que se requiere la reforma constitucional, y  demás leyes pertinentes, para lograr cambios en la estructura del Poder Judicial, dado que el Pleno de la Corte Suprema continúa teniendo la doble carga de diligenciar lo administrativo y jurisdiccional, y debe ser revisada la eficacia de la entidad nominadora, esta continúa siendo la responsable del nombramiento de jueces y el Congreso de la Republica de magistrados.  La temporalidad de los cargos, debe cesar, si se toma en cuenta  que el período más largo, va a diluir la dependencia que podría darse entre juez y elector.  Es necesario también modificar la renovación del total  de magistrados optando  por la alternabilidad, revisión del perfil requerido para juez  del Siglo Veintiuno, y mejorar los procesos de elección,  ya que los juzgadores muchas veces se ven limitados en su ejercicio derivado de los compromisos que asumen ante las instancias, o porque se deba a  una decisión personalísima del jerarca.  Deben terminar  los abusos de parte de los “superiores”, dado que nuestro sistema es eminentemente jerárquico, y con el gran poder concentrado que ostenta la Corte Suprema, puede ejercer influencia sobre los magistrados de Salas de Apelaciones,  jueces de Primera Instancia y de Paz.  También es necesario,   garantizar las condiciones de su servicio,  seguridad, protección y asistencia de todo tipo de amenaza, hostigamiento,  presión, denuncias falsas, supervisiones que interfieran con el ejercicio libre e independiente de la judicatura,  retiro y jubilación. 

Nos cuestionamos entonces ¿Cómo se podría promover realmente un cambio en estas tradiciones políticas que actualmente se llevan a cabo?  En primer lugar, cumplir  con el propósito de las leyes de la Carrera Judicial,   y Comisiones de Postulación,  cuya finalidad es fortalecer y consolidar el Estado de Derecho, a través de una designación de autoridades públicas, limpias, nombrando a las personas capaces e idóneas con suficiente experiencia sujetas a los mandatos constitucionales, capaces de resolver conflictos sometidos a su jurisdicción con  razonamientos  apegados a derecho, realizando los valores de justicia y certeza jurídica.

 

Es tiempo de terminar con esa mala práctica política, con injerencias personales que se lleva a cabo cada vez que se elige a un funcionario público.   Debemos promover los cambios necesarios para una evolución en ello, para que los procesos sean transparentes, por méritos, de los candidatos y candidatas.  Que no sean nombrados con los procesos de elección actuales,  excluyentes, direccionados, y opacos, donde se evidencia que hay gente capaz, con mucha experiencia sin alcanzar los votos suficientes  por no tener vínculos políticos.

 

De lo anterior, podemos inferir que resulta indispensable  que cuanto antes, los propios jueces comprendamos que deben haber cambios, para lograr una evolución que nos conducirá a superar rápidamente la etapa de desconfianza para lo  cual  se debe divulgar y compartir públicamente, a fin de discutir y analizarlos con todos los operadores de justicia para lograr su involucramiento y sin  lugar a dudas la Asociación de Jueces por la Integridad puede ser líder de esta iniciativa que debe partir de la propia judicatura, y dar muestras de vitalidad, flexibilidad, adaptación a los tiempos, con el genuino  protagonismo en este tema desde hace muchos años, para logar centrar nuestra atención en que el momento es una gran oportunidad de converger en una causa común:  buscar acercarnos al ideal de justicia  con normas, órganos y procedimientos que den transparencia a todas las actuaciones; que se alejen  las dudas del  compromiso de los juzgadores en sus decisiones y estas estén fundamentadas en ley, ética y sobre todo, orientadas a favorecer a la población, a la que se deben como servidores públicos, sin distinción de clase, poder político, económico u otra naturaleza, tomando como punto de partida el derecho constitucional que a cada uno corresponde y que debe respetarse como parte esencial del sistema de justicia, para alcanzar los objetivos propuestos de fortalecimiento al Estado de Derecho.

 

 

Por Delia Marina Davila Salazar

Magistrada de la Corte Suprema de Justicia de Guatemala

“Genera garantía, legalidad, paz, armonía, seguridad y no corrupción.”

La independencia judicial es un deber del ejercicio de la función jurisdiccional y una garantía para la ciudadanía, es un elemento intrínseco del derecho al acceso a la justicia, por lo que los jueces y las juezas deben impartir justicia con absoluta independencia, lo que significa que deben emitir sus resoluciones libres de presiones, libres de cualquier injerencia de los poderes del Estado o grupos de presión. En ese sentido, es importante resaltar que las resoluciones judiciales son vinculantes y de obligatorio cumplimiento, por lo tanto se cumplen, no se discuten y solo son impugnables por los medios legalmente establecidos, lo que conlleva el ataque a las resoluciones, pero no a los jueces.

Arbitrariamente se utilizan acciones legales para atacar a jueces y juezas de parte de algunos sujetos procesales, como mecanismos de presión, de intimidación, de desprestigio, de afectación a la independencia judicial, pretendiendo criminalizar la función jurisdiccional con las consecuencias graves que afectan la independencia judicial, y que conforme a nuestra Constitución conlleva responsabilidades.

En ese sentido, el doctor Alirio Abreu en su obra “Independencia Judicial (Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos)”, expone: “La independencia del Poder Judicial, como consecuencia de la separación de poderes en un sistema democrático, y la independencia de los jueces, como un derecho de éstos en el ejercicio de sus funciones, y de los ciudadanos en relación con el acceso a la justicia y a las garantías judiciales, ha sido materia reiteradamente tratada y decidida por la Corte, tanto en sus opiniones consultivas como en sus sentencias.”…“La falta de independencia judicial, que conlleva necesariamente la falta de imparcialidad, y, por ende, la violación del artículo 8 de la Convención, constituye una evidente carencia de igualdad para uno de los litigantes.”
[1]
De tal manera que según el autor cuando no se aplica la justicia con independencia judicial, se anula la tutela judicial efectiva y viola el debido proceso, sumado a otros derechos y garantías del acceso a la justicia.

Respecto a la independencia judicial, la Asociación Guatemalteca de Jueces por la Integridad, por sus siglas “AGJI”, ha tenido una importante proyección nacional e internacional, destacando su labor en la defensa de los derechos humanos y de la independencia judicial, denunciando de forma pública y frontal los ataques en contra  de jueces y juezas de gran trayectoria, que han sido víctimas de estos ataques, mediante múltiples denuncias administrativas disciplinarias, todas declaradas sin lugar, lo que evidencia que no tienen fundamento y que el único propósito ha sido afectarles en su integridad, de la misma manera y de mayor gravedad han planteado antejuicios en contra de algunos de sus integrantes, los que en su mayoría han sido rechazados y en los que les han dado trámite, la Corte de Constitucionalidad ha dejado sin efecto, ordenando la protección constitucional mediante recursos de amparo, pues la mayoría de estos han sido planteados por personas sindicadas por casos de corrupción, lo que ha conllevado a elevar las denuncias de parte de la referida asociación, incluso al Sistema Interamericano de Derechos Humanos, entre las que destaca la petición para  audiencia temática ante la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, la que se realizó durante su 172 periodo de sesiones en Jamaica, denunciando no solamente el ataque a la independencia de jueces y juezas, por su función jurisdiccional en casos concretos, sino también por hechos que consideraron atentan en contra de la independencia del Organismo Judicial, por la injerencia de otros organismos de Estado en la función jurisdiccional y la independencia judicial, logrando que se discutiera con representantes del Estado y se atendieran las recomendaciones para respetar la independencia judicial. Asimismo, algunos de sus integrantes cuentan con medidas cautelares ordenadas por la CIDH, quienes han considerado que los jueces y juezas deben llevar a cabo sus labores sin ser objeto de amenazas, hostigamientos o amedrentamientos en el ejercicio de sus funciones, destacando a la vez pronunciamientos del Relator Especial de la Organización de las Naciones Unidas para la Independencia de Jueces y Magistrados, Doctor Diego Garcia Sayan.

Sumado a estas acciones, la AGJI, ha realizado esfuerzos con asociaciones gremiales a nivel internacional como la Federación Centroamericana de Jueces por la Democracia, con gran liderazgo, al elegir como presidente de dicha organización al juez guatemalteco, Jorge Haroldo Vásquez Flores, también integran la Unión Mundial de Magistrados y la Federación Latinoamericana de Magistrados, destacando alianzas para compartir experiencias jurisdiccionales y fortalecimiento de capacidades. Por lo que su labor ha sido reconocida y apoyada por la cooperación internacional de varios países, como Estados Unidos, Noruega, Suecia, Alemania, Canadá, y organismos internacionales, como la Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Abogados sin Fronteras Canadá y el Vance Center for International Justice del Colegio de Abogados y Notarios de la Ciudad de Nueva York, lo que les ha permitido realizar tres Congresos Internacionales y ser parte del proyecto de reformas estructurales que impulsa la cooperación Alemana, teniendo participación activa también como docentes en la Escuela de Estudios Judiciales.

Deseo resaltar que el trabajo de los integrantes de la Asociación Guatemalteca de Jueces por la Integridad, ha sido reconocido por organizaciones de la sociedad civil, por diferentes sectores e instituciones, por citar algunas: la designación  del Juez Miguel Angel Gálvez, como personaje del año por parte del diario Prensa Libre;  galardón “Mujer Destacada del Organismo Judicial” otorgado a la Jueza Erika Aifan por el Organismo Judicial;  reconocimiento otorgado al Juez Haroldo Vásquez y al juez Carlos Ruano, por su aporte en favor de la justicia y la democracia, otorgado por el Instituto Centroamericano de Estudios para la Democracia.  Concluyo  reconociendo el trabajo y el aporte de jueces y juezas en todas las materias, valientes e independientes que actúan con probidad y principios éticos que fortalecen el sistema de justicia en Guatemala, como pilar fundamental del desarrollo, del Estado de derecho y la paz.



[1] Anuario de Derecho Constitucional Latinoamericano 2007, Tomo II. Abreu Burelli, Alirio.”Independencia Judicial (Jurisprudencia de la Corte Interamericana de Derechos Humanos).www.juridicas.unam.mx.Pag.641.

Diego García-Sayán
Relator Especial de Naciones Unidas Sobre Independencia de Jueces y Abogados

El trabajo que realiza la Asociación Guatemalteca de Jueces por la Integridad (AGJI) es de enorme significación y relevancia para la independencia judicial y la integridad en la labor jurisdiccional en Guatemala. Debo expresar, por ello, mi especial reconocimiento al liderazgo de valientes juezas y jueces que integran la Asociación para continuar sus esfuerzos con una perspectiva internacional. Reconozco también el impulso decisivo del Cyrus R. Vance Center for International Justice del Colegio de Abogados de la Ciudad de Nueva York.

 

Las actividades planeadas este año por la Asociación, con apoyo del Vance Center, tienen especial importancia. Implican la reafirmación de los Principios Básicos de las Naciones Unidas relativos a la Independencia de la Judicatura de 1985 cuyo contenido va al eje toral de las preocupaciones que generaron estos esfuerzos. Estos son criterios fundamentales que a estas alturas tienen categoría de jus cogens en el derecho internacional y que el Estado guatemalteco debe garantizar.

Entre los 20 principios rectores destacan los siguientes para la realidad en Guatemala: (i) cuestiones generales sobre la independencia de la judicatura; (ii) garantías de los jueces a la libertad de expresión, creencia, asociación y reunión; (iii) estándares para determinar sus competencias profesionales, de selección y de formación para ocupar el cargo; (iv) condiciones de servicio e inamovilidad; (v) el deber de guardar el secreto profesional y la garantía de inmunidad, y; (vi) medidas disciplinarias, de suspensión y remoción del cargo.

Dentro de estos principios, quiero abordar tres temas fundamentales en este corto espacio.

Primero, este año es de especial relevancia para la protección de la independencia judicial en Guatemala y debe ser parte de atento seguimiento por la ciudadanía del país y por la comunidad internacional. Tremendos asuntos postergados. De un lado, sigue pendiente desde 2018 la elección de Magistrados de la Corte Suprema de Justicia y de Sala de Apelaciones, y por el otro, este año se debe renovar la composición de la Corte de Constitucionalidad.

Observo con preocupación los retrasos reiterados y que no hay esfuerzos por parte del Congreso de la República para avanzar en el proceso de selección que ha diferido la decisión casi indefinidamente. En reiteradas ocasiones he llamado públicamente a las autoridades competentes a culminar el nombramiento, de manera transparente y objetiva, de los magistrados de Altas Cortes de acuerdo a los estándares de transparencia y participación dispuestos por la Corte de Constitucionalidad en mayo de 2020.

Las debilidades identificadas en el actual proceso de elección de jueces y magistrados confirma la crisis del modelo de nombramientos. Aunque esfuerzos para reformar el proceso fueron mencionados el año pasado, lo crucial ahora es que se pueda llevar a cabo un proceso amplio que involucre a todos los sectores interesados, respetando los estándares internacionales para el nombramiento adecuado de jueces y magistrados.

En particular, es muy importante que este año, y como lo he mencionado con anterioridad, no se utilice el proceso de selección de jueces de altas cortes para fines políticos y como medio de algunos pocos de procurarse impunidad. Como lo he expresado, me preocupa el permanente asedio de autoridades estatales para influenciar procesos de designación de magistrados e interferir en ellos. Aprovecho este espacio para reiterar el llamado a abstenerse de imponer agendas políticas o personales que afectan la institucionalidad y el Estado de Derecho.

 

Como segundo aspecto crucial debo resaltar la obligación internacional del Estado de prevenir los ataques contra quienes imparten justicia. He mencionado mi preocupación por los continuos ataques y acciones arbitrarias e indebidas contra juezas y jueces, incluyendo integrantes de la AGJI, al igual que Magistrados de la Corte de Constitucionalidad. Es gravísimo el ejercicio del amedrentamiento o la violencia contra funcionarios judiciales por el desempeño de sus funciones. Debe evitarse la interferencia política en el sistema judicial, incluyendo el máximo tribunal.

Reitero que las diligencias de antejuicio a jueces y magistrados por sus resoluciones, llevadas a cabo en los últimos meses, violan estándares internacionales; la garantía de independencia se hace efectiva a través del respeto al proceso de deliberación y funcionamiento del sistema judicial.

Juezas y jueces, magistradas y magistrados, en particular aquellos que han permanecido independientes y que han contribuido a la lucha contra la impunidad y corrupción en Guatemala, deben ser protegidos y su labor garantizada para que puedan continuar con sus labores. A los órganos del Estado, incluyendo la Corte Suprema, le corresponde velar por esa protección y no admitir solicitudes de antejuicio infundadas que buscan presionar a quienes imparten justicia.

En un Estado de Derecho es vital garantizar que quienes imparten justicia realicen sus funciones libres de influencias, amenazas o intromisiones indebidas en la adopción de sus decisiones conforme a los estándares internacionales de derechos humanos. Celebro los esfuerzos que la AGJI, en ejercicio de la libertad de asociación, realiza para proteger a sus integrantes.

Un tercer tema tiene que ver con la integridad y la ética judicial, así como el indispensable enfoque meritocrático que debe regir, en general, para el ingreso y ascensos dentro de la carrera judicial. He insistido en que los Principios Básicos y los derechos que ellos protegen deben leerse e interpretarse en concordancia con los principios de integridad, corrección, igualdad, competencia y diligencia contenidos en los Principios de Bangalore sobre la Conducta Judicial. La Red Global de Integridad Judicial, impulsada por el UNODC, y en cuyo Consejo Asesor me honro en pertenecer, promueve principios de ética y transparencia que son armónicos y complementarios con los Principios Básicos de 1985.

En este sentido, celebro los esfuerzos que la AGJI realizará en los siguientes meses para fortalecer la transparencia y las medidas de integridad dentro de la judicatura.

En mi calidad de Relator Especial de Naciones Unidas sobre Independencia de Jueces y Abogados, continuaré pendiente de las actividades de la AGJI y de los esfuerzos para frenar el constante menoscabo de la independencia judicial en Guatemala en fortalecimiento del Estado de Derecho.

Desde su fundación la Asociación de Jueces por la Integridad ha venido haciendo un descomunal esfuerzo por hacer ver lo que significa la cooptación del sistema de justicia y los efectos que ello puede tener en el largo plazo, sobre todo relacionado con el retroceso que significa para cualquier país la pérdida de la certeza jurídica porque la aplicación de la ley está en manos de personas cuyo compromiso es con la impunidad. Pero esta vez fueron invitados para tener una participación en un importante webinar patrocinado por el Vance Center for International Justice, de la Barra de Abogados de Nueva York, y hablaron claro.

Y es que aunque seamos un país pequeño, los ojos de muchos en el mundo están puestos en el escándalo que significa esa voracidad del Pacto de Corruptos por controlar de manera absoluta todo el sistema de justicia e impresiona a los expertos cómo es posible que en una sociedad supuestamente democrática esas alianzas perversas sean capaces de lograr el control de toda la institucionalidad púbica, pero especialmente de lo relacionado con la administración de la justicia que es el pilar de la convivencia social. Sin la correcta aplicación de la ley se cae prácticamente en la ley de la selva porque cualquiera puede pisotear derechos ajenos, hasta el derecho a la vida, sabiendo que hay garantía de impunidad porque todos los jueces son designados para servir a ese objetivo que se convierte en el meollo de lo relacionado con la administración de justicia.

Entender cómo un prisionero señalado por corrupción es quien está realizando el proceso de selección de todos los magistrados de Salas de Apelaciones y de la Corte Suprema de Justicia y que el Congreso, con una mayoría suficiente conformada a base de prebendas, negocios y hasta de dinero en efectivo entregado a los diputados, será el que hará la designación de los encargados de llevar todos los casos criminales y de instancias civiles que se diriman en el país. Pero todos y cada uno de los que serán designados pasaron por el filtro de Gustavo Alejos, el prisionero de marras, quien es el que califica quién sí y quién no es de fiar para garantizar que nunca más los corruptos tengan que vivir sobresaltos como los que les provocó la ya desaparecida CICIG y el Ministerio Público bajo la administración de Thelma Aldana.

Los periodistas y las organizaciones sociales preocupadas por el tema de la verdadera certeza jurídica, de la que deriva de la ley y no la que deriva de licencias o concesiones otorgadas a cambio de mordidas, podemos y debemos decir mucho al respecto. Pero el hecho de que una valiente Asociación de Jueces por la Integridad sean los que expresen en un webinar, contando con participación de personalidades extranjeras vinculadas al tema de la justicia, es un extraordinario aporte para que la comunidad internacional pueda entender lo que parece increíble, es decir que todos los juzgadores encargados de conocer acusaciones criminales estén de entrada comprometidos con los corruptos y dedicados a velar por su inmediata libertad. Un país que llega tan bajo, que con tanto descaro muestra al mundo el cínico y podrido poder de los políticos y sus socios del sector privado, sin duda provoca asco.

Fuente https://lahora.gt/un-extraordinario-aporte/  
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Webinar 19 de enero de 2021

17 horas (Guatemala)
Una hora

Moderador: Dr. Omar Ortiz-Bosch, Vicepresidente Legal para Centroamérica y el Caribe, y Abogado General Adjunto para Latinoamérica, Chubb.

Zoom.

1.Bienvenida y palabras de introducción

  1. Juez Carlos Ruano, Presidente AGJI
  2. Jaime Chávez Alor, Vance Center for International Justice

2.Video de presentación de la página web

3.Panel

  1. Jueza Erika Aifán, AGJI
  2. Diego García Sayán, Relator Especial de Naciones Unidas para la Independencia Judicial
  3. Lizzette Robleto de Howarth, Sociedad de Derecho de Inglaterra y Gales
  4. Ciro Colombara, Socio de RGZ y miembro del Comité Ejecutivo de la Red Pro Bono de las Américas.

4.Ronda de preguntas y respuestas

5.Palabras finales moderador

POR MANUEL GARCÍA
mgarcia@lahora.com.gt

La Asociación Guatemalteca de Jueces por la Integridad (AGJI), desarrolló un panel en línea para abordar el tema: “Integridad Judicial para el Fortalecimiento de la Independencia Judicial”, en el cual participó la jueza de Mayor Riesgo “D”, Erika Aifán.

 

También participó el relator Especial de Naciones Unidas Sobre Independencia de Jueces y Abogados, Diego García-Sayán y la doctora Lizzette Robleto de Howarth, en un evento que contó con el apoyo del Vance Center for International Justice del Colegio de Abogados de Nueva York.

MOMENTO APROPIADO PARA ABORDAR EL TEMA

Para la (AGJI), este es un momento propicio para reiterar el compromiso de administrar justicia independiente en garantía de la igualdad para todos ante la ley, a la vez agregaron que el Estado de Guatemala tiene una deuda pendiente en este tema.

“Porque derivado de los Acuerdos de Paz, suscritos hace 24 años, se estableció la necesidad de reformar y adecuar el modelo constitucional de administrar justicia; siendo importante avanzar hacia la meritocracia de los cargos, efectiva independencia de criterio, estabilidad y excelencia profesional, reconocimiento del pluralismo jurídico. Hoy, ese compromiso de Estado ha quedado en intentos fallidos”, es uno de los mensajes que se dieron durante la actividad.

La jueza Aifán se refirió a los retos que conlleva tener independencia judicial, entre estos, la criminalidad de alto impacto, el tráfico de drogas, así como los esfuerzos que las estructuras criminales hacen para implantar sistemas corruptos bajo una apariencia de legalidad, la cooptación de los estados y de los sistemas de administración de justicia, así como las constantes amenazas contra jueces y magistrados.

Para la defensa de la integridad y de la independencia judicial la jueza observa dos dimensiones importantes:

“La primera que va dirigida al interior del propio juez y que se refleja a la sociedad a través de sus fallos, fallos que deben demostrar correlación necesaria entre las pruebas, los argumentos, las bases legales y los dictámenes que puedan producirse dentro de los casos, para que los fallos sean resultados de análisis lógicos”.

“La otra dimensión es el reflejo que se da en la sociedad, para lo cual coadyuvan los medios de comunicación, para que pueda llegar a la población el conocimiento de cuáles son las decisiones de los jueces y que la fundamentación de esas decisiones puede ser comprensible para cualquier ciudadano, de las motivaciones de judiciales”, explicó.

IMPARCIALIDAD SIN PRESIONES, SIN INTERESES O AMENAZAS

 

Diego García-Sayán, relator Especial de Naciones Unidas Sobre Independencia de Jueces y Abogados, que también fungió como juez de la Corte Interamericana de Derechos Humanos por dos periodos consecutivos, se refirió a la importancia de la independencia judicial.

“La independencia es una cara de la moneda, y la otra es la integridad, cosa que no siempre se entendió así. La riqueza de esa complementación hace que pueda avanzarse en manera sustancial y efectiva en la independencia de jueces y en la imparcialidad, sin presiones, sin intereses o amenazas” expresó.

Añadió que no puede haber independencia, si no se actúa con integridad y expreso que es “la principal arma que tiene una sociedad civilizada para enfrentar estas grandes formas de criminalidad, de pensar puede hacerlo con eficiencia y contundencia como componente esencial en una sociedad en la que hoy en día los temas judiciales no tienen fronteras”.

El número de amenazas y tácticas de intimidación en contra de jueces independientes, especialmente en contra de quienes conocen los casos de corrupción en los tribunales de mayor riesgo a incrementado en cantidad y en seriedad, afirmó

Además, advirtió que han encontrado una serie de actividades en contra de los jueces que consideran un riesgo a su seguridad física y mental, como arbitrariedad en la carga de trabajo y la utilización de recursos legales como tácticas de intimidación

CRECIENTE AMENAZA CONTRA LA INDEPENDENCIA JUDICIAL

La doctora Lizzette Robleto de Howarth, directora de Programas Internacionales en la Sociedad de Derecho de Inglaterra y Gales, donde es encargada de los asuntos de interés público internacional de la sociedad relacionados con asistencia para el desarrollo jurídico, Estado de derecho y derechos humanos, hizo énfasis en la creciente amenaza contra jueces independientes.

“El número de amenazas y tácticas de actos de intimidación en contra de jueces independientes, especialmente en contra de quienes conocen los casos de corrupción en los tribunales de mayor riesgo ha incrementado en cantidad y en seriedad”, expresó.

Fuente
https://lahora.gt/agji-jueces-y-expertos-destacan-importancia-de-la-independencia-judicial/
 

Por María España
mespana@lahora.com.gt En un momento clave en el cual el sistema de justicia guatemalteco se ha visto deteriorado por la falta de independencia judicial, aunado al retraso de más de un año de la elección de magistrados a la Corte Suprema de Justicia (CSJ) y Salas de Apelaciones, y el reciente nombramiento del juez Tercero Penal, Mynor Moto, señalado de su posible vinculación al caso Comisiones Paralelas 2020, como magistrado titular de la Corte de Constitucionalidad (CC), el Relator Especial de Naciones Unidas Sobre Independencia de Jueces y Abogados, Diego García-Sayán, se refirió a la situación de Guatemala. Esto en una columna elaborada en el marco de un evento que se realizará hoy por el programa de apoyo del Vance Center for International Justice del Colegio de Abogados de Nueva York a la Asociación Guatemalteca de Jueces por la Integridad (AGJI). García-Sayán destacó el trabajo de la AGJI para la transparencia dentro de la judicatura. Además, hace un llamado a las autoridades para evitar imponer agendas políticas y personales.

“El trabajo que realiza la Asociación Guatemalteca de Jueces por la Integridad (AGJI) es de enorme significación y relevancia para la independencia judicial y la integridad en la labor jurisdiccional en Guatemala. Debo expresar, por ello, mi especial reconocimiento al liderazgo de valientes juezas y jueces que integran la Asociación para continuar sus esfuerzos con una perspectiva internacional.”, indicó. Asimismo, reconoció el apoyo del Cyrus R. Vance Center for International Justice del Colegio de Abogados de la Ciudad de Nueva York, Estados Unidos, con el que han planificado actividades que reafirman los Principios Básicos de la ONU en Independencia de la Judicatura, los cuales considera que el país debe garantizar.

“En mi calidad de Relator Especial de Naciones Unidas sobre Independencia de Jueces y Abogados, continuaré pendiente de las actividades de la AGJI y de los esfuerzos para frenar el constante menoscabo de la independencia judicial en Guatemala en fortalecimiento del Estado de Derecho.”, puntualizó.

 

Diego García-Sayán, relator Especial del Consejo de Derechos Humanos para la Independencia de Jueces y Abogados se refirió ampliamente a este tema. Foto La Hora/Twitter
RETRASOS EN ELECCIÓN DE CORTES Además, el Relator indicó que observa con preocupación el nulo esfuerzo del Congreso de la República para avanzar en el proceso de elección de magistrados a la CSJ y Salas de Apelaciones, la cual tiene un retraso desde 2018. Agregó que, en reiteradas ocasiones, ha instado a las autoridades a culminar el proceso de forma “transparente y objetiva”, no solo respetando lo dictado por la Corte de Constitucionalidad, sino que también cumpliendo con estándares internacionales. “Las debilidades identificadas en el actual proceso de elección de jueces y magistrados confirman la crisis del modelo de nombramientos.”, aseguró. En tal sentido, mencionó que la selección de jueces no debe ser utilizada para fines políticos que aseguren la impunidad, lo cual va de la mano con el “permanente asedio” hacia funcionarios a manera de influenciar la designación de magistrados. Por lo que hace un llamado a “abstenerse de imponer agendas políticas o personales que afecten la institucionalidad y el Estado de Derecho”.   ATAQUES CONTRA JUECES Y MAGISTRADOS En la misma línea, García-Sayín señaló que los organismos del Estado poseen la obligación de prevenir ataques y acciones arbitrarias contra jueces y magistrados de la CC, quienes han contribuido a la lucha contra la impunidad y corrupción. Así también garantizar la libertad de influencias y amenazas en su toma de decisiones. “Reitero que las diligencias de antejuicio a jueces y magistrados por sus resoluciones, llevadas a cabo en los últimos meses, violan estándares internacionales; la garantía de independencia se hace efectiva a través del respeto al proceso de deliberación y funcionamiento del sistema judicial.”, justificó. Además, aseveró que el sistema judicial debe abstenerse de la “interferencia política”, incluido el máximo tribunal. INTEGRIDAD Y ÉTICA JUDICIAL Por último, el Relator indicó que, para el “ingreso y ascensos” dentro de la carrera judicial, es indispensable la meritocracia junto a la integridad y ética. “He insistido en que los Principios Básicos y los derechos que ellos protegen deben leerse e interpretarse en concordancia con los principios de integridad, corrección, igualdad, competencia y diligencia contenidos en los Principios de Bangalore sobre la Conducta Judicial.”, concluyó.  

Fuente https://mazatecos.com/2021/01/19/esfuerzos-de-la-agji-son-destacados-por-relator-especial-de-la-onu/

Por Juez Carlos Ruano / Presidente Asociación Guatemalteca de Jueces.

para la Asociación Guatemalteca de Jueces por la Integridad –AGJI-, este es un momento propicio para reiterar nuestro compromiso de administrar justicia independiente en garantía de igualdad de todos ante la ley. Agradecemos a quienes hacen posible este espacio de comunicación entre nuestra asociación y la sociedad guatemalteca, a quienes nos debemos.

El Estado de Guatemala tiene una deuda pendiente, respecto al tema de la justicia, porque derivado de los Acuerdos de paz, suscritos hace 24 años, se estableció la necesidad de reformar y adecuar el modelo constitucional de administrar justicia; siendo importante avanzar hacia la meritocracia de los cargos, efectiva independencia de criterio, estabilidad y excelencia profesional, reconocimiento del pluralismo jurídico. Al día de hoy, ese compromiso de Estado ha quedado en intentos fallidos, porque se anteponen intereses particulares o de grupo, por encima del bien común. No sería viable una reforma o rediseño para que el poder político se divida las magistraturas, como si fuera un pastel; sino que, debe tenerse como objetivo fundamental la garantía de la independencia funcional del poder judicial.

Y es que en Guatemala la justicia permanece en constante crisis, diversas situaciones o hechos la ponen a prueba, procesos judiciales contra la corrupción y la impunidad desde los más altos poderes del Estado, hasta la más pequeña oficina pública o privada; justicia transicional, conflictos sobre tenencia de la tierra y proyectos extractivos de empresas internacionales, innumerables actos de violencia contra grupos vulnerables de la sociedad, criminalidad organizada y delincuencia común; sin olvidar, las desiguales condiciones económicas que tienen en la pobreza a la gran mayoría de la población.

Sumado a los asuntos que a diario se ventilan en las judicaturas y magistraturas, están las denuncias, persecución penal y disciplinaria espuria en contra de jueces independientes, litigio y retardo malicioso de las causas, obstaculización de la acción penal, hostigamiento en redes sociales, entre otros hechos o circunstancias que dañan a las y los juzgadores, generando desconfianza ciudadana en la administración de justicia. Por lo que el Estado en su conjunto debe proteger la garantía de independencia de la justicia. Y los jueces asumir el compromiso de actuar con integridad, honestidad y legalidad en la función judicial.

Los jueces y juezas, a través del asociacionismo judicial, creamos el espacio de apoyo y fortaleza para enfrentar juntos las difíciles situaciones por las que atraviesa la justicia en Guatemala. No faltan aquellas voces que critican y cuestionan de manera malintencionada el derecho que tenemos los jueces de asociarnos libremente para la defensa de los intereses comunes gremiales, llamándole de manera despectiva “activismo judicial”. La asociación de jueces nos permite ser más fuertes y formar un frente común contra esas malas acciones que impiden el fortalecimiento de la judicatura independiente y que el juez pueda libremente ser garante de las libertades ciudadanas y de los derechos humanos.

La AGJI dentro de sus actividades gremiales, con la ayuda de instituciones nacionales e internacionales, dentro de las cuales se pueden mencionar: Acción Ciudadana, Impunity Watch, Comisión Internacional de Juristas, Movimiento Pro Justicia, Oficina de Asuntos Antinarcóticos y Aplicación de la Ley de la Embajada de los Estados Unidos de América, JOTAY Guatemala, el Instituto de Estudios Comparados en Ciencias Penales, la Fundación de Antropología Forense de Guatemala y la Escuela de Estudios Judiciales del Organismo Judicial; con quienes hemos desarrollado programas de capacitación y formación, respecto de temas relevantes para la justicia e incidencia en reformas legales y políticas internas del Organismo Judicial, para que ello se traduzca en la dignificación y el fortalecimiento del quehacer jurisdiccional.

Iniciamos con las actividades académicas para este año 2021, que aportarán conocimientos para resolver de mejor manera los diversos asuntos de la judicatura y garantizar una justicia de calidad para los usuarios del sistema. Se hace el lanzamiento de nuestra página Web, como resultado del proyecto para el “Fortalecimiento de la capacidad institucional de la AGJI y de la independencia judicial en Guatemala” que se ha suscrito en conjunto con Cyrus R. Vance Center for Internacional Justice. Además, desarrollaremos una serie de actividades y eventos formativos, que sin lugar a dudas, fortalecerán nuestras capacidades y contribuirán al fortalecimiento del Estado de Derecho en Guatemala.

Además, durante este año 2021, la AGJI con el apoyo de la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit -GIZ- en Guatemala, por encargo del Ministerio Federal Alemán de Cooperación Económica y Desarrollo (BMZ) a través del Fondo de Reformas Estructurales, presentaremos la segunda parte del Proyecto denominado “Reforma del Sector de Justicia en Materia de Independencia Judicial”, el que ha permitido analizar y proponer reformas a la Constitución en materia de elección de magistrados del Organismo Judicial, propuesta presentada el año recién pasado y que durante este 2021, presentaremos el informe final del análisis y discusión sobre la necesidad de reformas a la Ley de la Carrera Judicial y sus reglamentos, para generar con ambos aportes, los cambios necesarios que fortalezcan ese pilar importante de la independencia judicial y del estado democrático de derecho en Guatemala.

Esa propuesta de reforma constitucional, discutida y avalada por los jueces de la AGJI, jueces de Centroamérica, estudiantes de derecho y de la consultoría de un profesional del Derecho, permitiría tomar como base la meritocracia en la carrera judicial como método de ascenso a las magistraturas, que previamente bajo la evaluación del comportamiento profesional y disciplinario, seleccionaría a los mejores jueces, con experiencia, trayectoria, idoneidad y honorabilidad, para integrar las cortes, dejándose por un lado las muy cuestionadas comisiones de postulación y listados “consensuados” por el poder político en el legislativo. Hay jueces de primera instancia con más de veinte años de ejercicio profesional, íntegros e independientes de criterio, que por no favorecer con sus decisiones a personas o grupos delictivos, no son ascendidos, quedando claro que son incómodos y no útiles para el sistema actual.

Los retos y desafíos que enfrenta la justicia en Guatemala son muchos, faltan compromisos serios de diversos sectores públicos y privados para generar los cambios que el sistema necesita, porque a través de instituciones democráticas y legítimas, se fortalece el Estado de Derecho y la justicia se constituye en una herramienta para la paz.

Fuente https://f4gt.com/2021/01/18/asociacion-de-jueces-renueva-compromiso-por-una-justicia-independiente/