Por: Isabel Carlota Roby, Abogada del Robert F. Kennedy Human Rights

Desde el surgimiento de autocracias recientes, en países como Hungría, Venezuela e incluso Guatemala; al creciente desafío de legitimidad que enfrentan las instituciones internacionales; estamos siendo testigos de un verdadero declive de los principios democrÃĄticos,[1] que se encuentra estrechamente ligado a la inherente maleabilidad del derecho. Es claro que uno de los principales problemas es que las leyes estÃĄn siendo utilizadas como una herramienta por diferentes actores (con objetivos políticos), para promover sus intereses y concentrar el poder, en lugar de preservar y promover la democracia, el Estado de derecho y los derechos humanos. Cuando las leyes son despojadas de su contenido sustantivo, y se cubren de meras formalidades, les ofrecen a los gobiernos con tendencias autocrÃĄticas, un vocabulario sutil y un conjunto de prÃĄcticas que se utilizan para validar su propia agenda antidemocrÃĄtica. Se crea, de esta manera, una suerte de toolkit antidemocrÃĄtico que les permite socavar de manera “legitima” los cimientos democrÃĄticos de un país.

Este fenÃģmeno se describe a menudo como “legalismo autocrÃĄtico”,[2] ocurre cuando gobiernos con tendencias autocrÃĄticas utilizan las leyes para consolidar su poder, garantizar la impunidad, y permanecer en el cargo indefinidamente. Describe un conjunto de reformas legales e institucionales, y un lento pero seguro desmantelamiento de las constituciones liberales, donde el andamiaje del Estado de derecho sigue en pie, pero completamente vacío de sentido sustancial. Las autocracias legales suelen seguir “una elecciÃģn revolucionaria” con la victoria democrÃĄtica de un líder carismÃĄtico, un outsider que promete reformas y cambios, pero que luego utiliza su mandato democrÃĄtico para destruir el sistema constitucional heredado. Para ser claros, los “autÃģcratas legales” utilizan la democracia y el Estado de derecho para lograr un objetivo principal: permanecer en el poder indefinidamente mediante la eliminaciÃģn de las instituciones democrÃĄticas.

La primera línea de ataque suelen ser las reformas o enmiendas constitucionales, y cuando esto no es posible, modificaciones de las leyes orgÃĄnicas. En la prÃĄctica, las autocracias modernas toman muy en serio las constituciones y las leyes orgÃĄnicas que derivan de ella, pues son el marco bajo el cual cada gobierno estÃĄ legalmente obligado y autorizado a actuar, y les interesa mantener un velo de legitimidad. Es por eso que generalmente, despuÃĐs de ganar las elecciones populares, lo primero que harÃĄ un gobierno con tendencias autocrÃĄticas es modificar la constituciÃģn y comenzar a hacer ajustes a todo el sistema legal. De afuera hacia adentro, y de acuerdo con indicadores generales, estos ajustes pueden parecer legítimos e inofensivos, pero una vez que se estudian mÃĄs de cerca, se revelan maniobras legales que exponen los verdaderos rasgos autoritarios y abusos del gobierno. Una vez que se ha establecido un nuevo marco constitucional, el siguiente paso es ocupar el poder judicial, llenando las vacantes con simpatizantes para mantener y promover la impunidad y el control del poder por parte del gobierno autocrÃĄtico. Usualmente se comienza con las mÃĄs altas cortes (por ejemplo, cortes supremas o cortes constitucionales) y se continÚa con las cortes mÃĄs bajas, que se encuentran jerÃĄrquicamente sometidas a control de revisiÃģn.

 Vale la pena resaltar que, si bien no todos los gobiernos autocrÃĄticos siguen la misma trayectoria, ni comparten la misma historia, si comparten objetivos similares: consolidar el poder y corromper los ideales democrÃĄticos liberales. Lo que es mÃĄs importante, parecen utilizar las mismas herramientas para perseguir estos fines. De hecho, sus prÃĄcticas mÃĄs daÃąinas son compartidas e importadas a otras autocracias, que luego las adaptan a sus propios sistemas y realidades locales.

Guatemala es un ejemplo de claro deterioro democrÃĄtico e institucional, y de avance indiscriminado de una forma de autocracia legalista. DespuÃĐs de un progresivo avance en la lucha contra la impunidad en el país –que incluyÃģ, con la ComisiÃģn Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG) a la cabeza, el desmantelamiento de grandes redes de corrupciÃģn, y el reforzamiento del sistema de justicia del país, — el entonces presidente Jimmy Morales, resolviÃģ no renovar el mandato de la CICIG en el 2019, y nombrar a Consuelo Porras como Fiscal General de la naciÃģn. Esta Última, se encargÃģ de deshacer todo el progreso que se había logrado con sus antecesoras (Claudia Paz y Paz y Thelma Aldana), y debilitar a la FECI, la fiscalía especial que había quedado a cargo de las investigaciones de los casos de la CICIG. La estrategia de la Sra. Porras ha sido muy clara, consistiÃģ desde el comienzo, en la persecuciÃģn y criminalizaciÃģn de operadores de justicia independientes que conocían de casos de alto riesgo y corrupciÃģn, y que implican a altos cargos del gobierno.[3]  Todo esto se ha bajo el pretexto de un mandato legal y constitucional, que no es otra cosa sino persecuciÃģn política que, ya lleva por saldo, por lo menos 24 operadores de justicia que han sido forzados al exilio,[4] una fiscal (Virginia Laparra) que se encuentra detenida arbitrariamente por ejercer sus funciones de forma independiente,[5] jueces que continÚan siendo criminalizados[6] y fiscales removidos de sus funciones arbitrariamente.[7] Estas maniobras forman parte de una estrategia mucho mÃĄs amplia, que incluye la captura indiscutible del sistema judicial y el sistema legislativo, como brazos ejecutores de las maniobras del poder ejecutivo. Este Último, a su vez, se encuentra actuando en coaliciÃģn con el crimen organizado. sectores empresariales corruptos y ex militares responsables por crímenes cometidos durante el conflicto armado interno.

Una de las formas de contrarrestar el desarrollo de un gobierno autocrÃĄtico en Guatemala, y en otros lugares del mundo, es a travÃĐs de una sociedad civil fuerte y unida, y una red sÃģlida de verdadera gobernabilidad democrÃĄtica. Pero la sociedad civil no puede hacer esto sola, los gobiernos democrÃĄticos del mundo deben tomar en serio la amenaza de las autocracias y encontrar formas de responder juntos con acciones firmes y concertadas. Esto incluye atacar los vínculos econÃģmicos que puedan tener los actores nacionales de sus países, con los regímenes autocrÃĄticos, y realizar una profunda revisiÃģn de las instituciones internacionales, para dotarlas de las herramientas necesarias para combatir esta forma moderna de autoritarismo.

En Última instancia, debemos ante todo comprender las principales seÃąales de advertencia y los riesgos del “legalismo autocrÃĄtico”, estar preparados para denunciarlo cuando y donde aparezca y, lo que es mÃĄs importante aÚn, educarnos sobre las sutiles herramientas legales que actualmente utilizan los regímenes autocrÃĄticos en todo el mundo, a fin de crear estrategias efectivas que sirvan de contrapeso particularmente en los estadios tempranos del desarrollo de un gobierno autocrÃĄtico. Sin duda, mientras mÃĄs tiempo les tome a los actores locales actuar de manera estratÃĐgica y concertada en defensa de los ideales democrÃĄticos, mÃĄs difícil serÃĄ contrarrestar los avances autocrÃĄticos en el futuro.

Por su parte, las organizaciones internacionales y los gobiernos democrÃĄticos aliados deben trabajar conjuntamente con los actores locales para desarrollar e implementar estrategias que permitan monitorear y proteger el espacio cívico, la libre emisiÃģn del pensamiento, las libertades políticas y derechos humanos en el país. Es importantísimo que regional e internacionalmente se identifique y denuncie a las autocracias legales de manera temprana; y se intervenga efectivamente para evitar la creaciÃģn de alianzas “autocrÃĄticas” que les permita a los gobiernos no-democrÃĄticos avanzar sin pausa en sus respectivos países. El urgente desarrollo de esas estrategias que le hagan frente efectivo a las autocracias, debería ser una prioridad en las agendas internacionales para todos aquellos países que valoran y defienden la libertad y la democracia.

 

[1] Por ejemplo, de acuerdo al Democracy Index 2021, solo la mitad de la poblaciÃģn total del mundo entero vive en alguna forma de democracia.

[2] Ver por ejemplo, Javier Corrales, Autocratic Legalism in Venezuela, Journal of Democracy, 26(2):37-51, 2015. Disponible aquí: https://www.researchgate.net/publication/276093561_Autocratic_Legalism_in_Venezuela ; ver tambiÃĐn, Kim L. Scheppele, Autocratic Legalism, The University of Chicago Law Review, vol. 85, 545, 2018. Disponible aquí: https://chicagounbound.uchicago.edu/uclrev/vol85/iss2/2/

[3] Por ejemplo, la ComisiÃģn Interamericana emitiÃģ en el 2019 medidas cautelares en protecciÃģn de la Jueza Erika AifÃĄn, mediante resoluciÃģn nÚmero 55/2019, sin embargo, el Estado fallÃģ en brindarle protecciÃģn y la exjueza se encuentra ahora en el exilio. En abril de 2021, el Congreso se negÃģ a juramentar a la magistrada Gloria Porras quien había sido reelecta para ocupar su cargo en la Corte de Constitucionalidad. La ex Magistrada y Presidenta de la Corte de Constitucionalidad tambiÃĐn se encuentra en el exilio. Ver, por ejemplo, https://www.hrw.org/world-report/2022/country-chapters/guatemala

[4] Claudia Escobar Mejía; Claudia Paz y Paz Bailey; Thelma Esperanza Aldana HernÃĄndez; Andrei Vladimir GonzÃĄlez Arteaga; Astrid Odette Escobedo Barrondo; Luis Omar Mejía Contreras; María Ester Ovando Palacios; Pablo AndrÃĐs Barrios BolaÃąos; Alfredo Enrique Tejeda Flores; Gloria Patricia Porras Escobar; María Cristina FernÃĄndez; María Cristina FernÃĄndez; Axel Estuardo Álvarez Godoy; Carlos Antonio Videz Navas; Lorenzo Alberto BolaÃąos SÃĄnchez; Rudy Manolo Herrera Lemus; JosÃĐ Daniel Mejía Barillas; Gilma Nataly Guerra Acevedo; Josselyn Masell PÃĐrez GutiÃĐrrez; Juan Carlos Rodríguez Duarte; Darwin SaÚl Zepeda MendizÃĄbal; Aracely Fuentes; Flor de María GÃĄlvez Álvarez;

[5] FIDH, DetenciÃģn Arbitraria de la Fiscal contra la Impunidad Virginia Laparra, disponible aquí: https://www.fidh.org/es/region/americas/guatemala/guatemala-detencion-arbitraria-de-la-fiscal-contra-la-impunidad

[6] https://www.prensa-latina.cu/2022/06/20/crece-apoyo-contra-criminalizacion-de-juez-guatemalteco

[7]https://www.latimes.com/espanol/internacional/articulo/2021-07-24/destituyen-a-fiscal-contra-la-impunidad-de-guatemala

Por: Juez Federico GonzÃĄlez Campos. Secretario Junta Directiva Nacional, CorporaciÃģn de Jueces y Magistrados de Colombia-Corjusticia

 

Equilibrio de poderes

Dentro del diseÃąo constitucional e institucional, la Rama Judicial en las democracias occidentales goza de la misma prerrogativa que los demÃĄs poderes pÚblicos[i]; de ser parte de un integral y delicado sistema de pesos y contrapesos y de ser cada uno de ellos, límite de los demÃĄs poderes, para garantizar que no existan desbordes y abusos de otro, que de manera irregular se imponga sobre los demÃĄs, acumulando mÃĄs poder del que legítimamente le corresponde y pueda derivar en  un estado tirÃĄnico, dictatorial o corrupto, que desconozca los derechos, libertades y deberes de la sociedad o de una parte de ella.

 Los jueces en una democracia, para cumplir su misiÃģn  -ademÃĄs de independencia[ii] y autonomía consagradas formalmente en la ConstituciÃģn o la ley-;  solo deben estar sometidos[iii] a la ConstituciÃģn y al “imperio”[iv] legal; pues su misiÃģn y objetivo se cumple administrando justicia. Es decir, resolviendo imparcialmente conflictos generados entre particulares, o entre particulares y Estado, o entre diversas entidades estatales, segÚn las jurisdicciones y especialidades en que se dividen.

 Independencia e imparcialidad son inseparables; siendo aquÃĐlla indispensable para una recta administraciÃģn de justicia, sin subordinaciÃģn a ningÚn otro poder pÚblico, sin presiones, interferencias, amenazas, incentivos o ideas preconcebidas, que influyan en la decisiÃģn de los jueces apartÃĄndolos del legítimo raciocinio dentro del marco Constitucional y legal, de manera que se proteja el Estado de derecho y los derechos de los justiciables.

 

Es por esta específica funciÃģn estructural que la Judicatura, recibe los mayores ataques velados, directos e indirectos de muchos actores; especialmente de otros poderes pÚblicos, como el ejecutivo y el legislativo; tambiÃĐn de los particulares, y de la propia rama judicial; de los que se resalta solo algunos; memorando que la independencia judicial, es el primero y esencial principio universal que garantiza la imparcialidad de sus decisiones, para que todos los justiciables tengan asegurado un juicio justo y oportuno, que garantice sus derechos, libertades, honra y bienes.

 

Bullyng – matoneo

Se debilita la independencia de mÚltiples modos, como el ataque denigratorio pÚblico de otras autoridades, de manera general o frente a un juez en particular, ya frente a las providencias judiciales proferidas incitando a su desconocimiento e incumplimiento -que normalmente tiene como caja de resonancia a algunos de los medios de comunicaciÃģn-;  o frente a las que estÃĄn por proferirse.  En ambos casos, generando rechazo y desligitimaciÃģn social, que serÃĄ aprovechada para futuros cambios legislativos o administrativos que la debilitarÃĄn o disminuirÃĄn.

 

PersecuciÃģn penal, disciplinaria o administrativa

Proferida una decisiÃģn inconveniente para una autoridad o poder pÚblico, o para un particular; en ocasiones se amenaza o inician acciones penales, disciplinarias y administrativas tendientes a intimidar o entrabar el accionar del juez. ObligÃĄndolo a incurrir en gastos onerosos para su defensa y manteniÃĐndolo subjudice, durante mucho tiempo sin definir las acciones.

 

Presupuesto

Una forma comÚn utilizada para mantener a la Judicatura “bajo control”, es no asignar el presupuesto para funcionar adecuadamente; logrando mantenerla congestionada, y generar desprestigio social individual e institucional, al ser vista como inoperante y negligente; y se impide su funcionamiento eficiente como poder pÚblico para que sea límite, peso y contrapeso de los demÃĄs poderes.

 Por ejemplo, la jurisdicciÃģn que revisa la legalidad o constitucionalidad de leyes y actos administrativos que vulneran la ley o la ConstituciÃģn, permanecerÃĄ mucho tiempo sin excluirlos del ordenamiento mediante sentencia ejecutoriada, pues la congestiÃģn derivada de los pocos jueces existentes por falta de presupuesto, lo impedirÃĄ.

 Entrabar el flujo del presupuesto asignado, tambiÃĐn dificulta su funcionamiento adecuado, ocasionando mala imagen institucional

 Las medidas legislativas o administrativas tendientes a reducir el salario y pensiones de los jueces o el deterioro de sus condiciones de trabajo, minan su independencia individual, pues los jueces ven que su objetivo disfrazado es castigarlos para que decidan de una u otra forma frente al estamento, so pena de ser socavada su digna subsistencia familiar y finalmente que deserten del empleo y desestimular el ingreso de los mejores a la judicatura.

 

Carga razonable

Junto con presupuesto insuficiente se imponen cargas exageradas de trabajo y fijaciÃģn de fechas límites para resolver los asuntos, que puede ocasionar pÃĐrdida del cargo al desconocer los límites temporales, sin brindarse recursos presupuestales, humanos, administrativos, tecnolÃģgicos idÃģneos para resolver oportunamente; disminuyÃĐndose la calidad de las decisiones por el tiempo escaso para estudiar los expedientes, por presiÃģn de ser sancionados o excluidos del servicio.

 

Asociacionismo

Asociarse, permite conjuntamente analizar la forma, alcance, modos, orígenes y propÃģsitos de los ataques, para hacerlos visibles internacionalmente y enfrentarlos mediante acciones estratÃĐgicas o judiciales, generales, locales o internacionales.

 

Corjusticia, perteneciente a  UIM Y FLAM, adelanta exitosamente acciones judiciales ante la Corte Constitucional para enfrentar reducciÃģn de salarios, exenciones tributarias, pensiones, y normas que establecían acciones disciplinarias automÃĄticas y calificaciÃģn objetiva negativa al superar death lines.  Participa en discusiones y redacciÃģn de normas del Consejo de la Judicatura; genera y suscita comunicados pÚblicos nacionales e internacionales ante la interferencia a la independencia por otras autoridades: alcaldes, Ministro Justicia, Fiscal General de la NaciÃģn; participa en estudios y elabora documentos; acude a los debates ante Legislativo, que afectarían a la judicatura; acude a la prensa con entrevistas periodísticas y notas; promueve campaÃąas de capacitaciÃģn de judicial; y ha suscrito convenios nacionales e internacionales acadÃĐmicos y de otra índole; todo ello en defensa de la independencia y autonomía de la judicatura, desde los jueces para la comunidad.

 



[i] ARTICULO 113. Son Ramas del Poder PÚblico, la legislativa, la ejecutiva, y la judicial.

[ii] ARTICULO 228. La AdministraciÃģn de Justicia es funciÃģn pÚblica. Sus decisiones son independientes. Las actuaciones serÃĄn pÚblicas y permanentes con las excepciones que establezca la ley y en ellas prevalecerÃĄ el derecho sustancial. Los tÃĐrminos procesales se observarÃĄn con diligencia y su incumplimiento serÃĄ sancionado. Su funcionamiento serÃĄ desconcentrado y autÃģnomo.

[iii]  Estatuto del Juez Iberoamericano. “como garantía para los justiciables, los jueces son independientes en el ejercicio de sus funciones jurisdiccionales y se encentran tan solo sometidos a la ConstituciÃģn y a la Ley”

[iv] ARTICULO 230. Los jueces, en sus providencias, sÃģlo estÃĄn sometidos al imperio de la ley. La equidad, la jurisprudencia, los principios generales del derecho y la doctrina son criterios auxiliares de la actividad judicial. 

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La AsociaciÃģn Guatemalteca de Jueces por la Integridad participÃģ con el Consorcio Internacional de Asistencia Legal (ILAC por sus siglas en inglÃĐs), el Vance Center for International Justice y la AsociaciÃģn Internacional de Mujeres Juezas (IAWJ) en el proyecto “Jueces como Constructores de Paz”.

Los documentos de discusiÃģn de “Los Jueces como Constructores de Paz” ofrecen recomendaciones, redactadas por ustedes durante las mesas redondas virtuales y conferencias en Colombia, Guatemala y MÃĐxico, sobre como las y los jueces y las asociaciones judiciales pueden aumentar la seguridad, la independencia y la diversidad judicial mientras luchan contra la corrupciÃģn en AmÃĐrica Latina. 

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En este evento, llevado a cabo el 21 de junio de 2022 en la Ciudad de Guatemala, se presentaron los resultados del proyecto “Reformas del Sector Justicia en Materia de Independencia Judicial”.

En este evento se indicÃģ la importancia y motivaciÃģn de la Revista “Integridad Judicial” de la AsociaciÃģn Guatemalteca de Jueces por la Integridad y se entregaron ejemplares digitales a los asistentes, especialmente a los asociados que publicaron artículos en las revistas.

Adicionalmente el Lic. Juan Pablo MuÃąoz, consultor del proyecto, expuso en relaciÃģn al informe de reformas a la ley de la carrera judicial.

Esta revista se realizÃģ en el marco del proyecto con el apoyo tÃĐcnico del Fondo de Reformas Estructurales como de la GIZ financiado por el Ministerio Federal de CooperaciÃģn EconÃģmica y Desarrollo de Alemania.